En aquesta segona part, vull compartir amb vosaltres, una carta que em va enviar el meu amic Picavo. En una de les seves reflexions, toca un tema en el qual jo ja tenia una opinió formada, i després de llegir la seva carta, aquesta opinió va queda diluïda ("segura-ment" aquesta opinió no devia d'estar molt arrelada). Sense més preàmbuls, aquí teniu bona part de la carta original, sense subtítols i tal com va ser escrita.
..."En cierta ocasión preguntoseme pq dormía en el suelo, a lo que conteste, -¿y pq no? Momento más tarde preguntaba yo, -¿y tú pq duermes en una cama? y… ¡zas! sonrisas, pero no respuesta.
Este podría ser el inicio de un capítulo de un libro al que podriamos titular por ejemplo… ILUSIONES, o PRISIONES… o MODAS.
La estupidez del “Homo exterminius” es tan ilimitada como el universo. Veamos, ya lo decía Thoreau, “Un mono en Paris se pone una gorra, y todos los monos de América hacen lo mismo”, refiriéndose a las modas. Las modas parecen crecer a proporción de nuestra estupidez y una bien gorda es la del llamado cambio climático. Bien bajo mi punto de vista no existe cambio climático, esta curiosísima expresión, dada supongo desde muchos ángulos, entiendase ángulos como sectores, política, ciencia, economía, ecología, etc., cobra extrañes viniendo de un científico, pues la acepto si se define como algo aislado, pero no la acepto de un modo… bueno como un todo, por la razón de que tales expresiones parecen venir de una cultura que pone días, años, horas, Km., minutos y sobretodo gran énfasis el la enorme diferencia entre el último minuto de “su” año, y el primero del siguiente. Que le pregunten al perro si nota la diferencia… Al anunciar cambio climático anulamos corriente, tránsito, evolución… el mundo está como tiene que estar valiéndonos como aparato de medida, nuestra presencia en él, nuestra autoproclamada inteligencia (proclamo a los cuatro vientos –aunque el viento es viento- que deberían ser seres extraterrestres quienes juzgaran tal ¡fanfarronada! Y aun así, habría que dudar de sus intenciones, claro está) nuestra posible realidad, según mi teoría, como homo exterminius.
El mono en si, según Darwin, no fue hombre al minuto siguiente, hubo evolución, transformación, mutación, supervivencia si se quiere, pero no cambio… hemos sembrado y ahora recogemos, pienso en la importancia de no aplicar el término cambio, como en la dualidad errónea de una típica frase como el hombre y la naturaleza… y también pienso que tanto énfasis en llamarle “cambio”, nos sorprenderá más adelante cuando veamos el “negociete” derivado de tales especulaciones.
AUNQUE NADA CAMBIE
SI YO CAMBIO
TODO CAMBIA
(Manuel Proust)
Me ha gustado esta frase leída en una reviste, pues es apropiada para lo que escribo y en verdad que esta carta esta inspirada en ella. Es deliciosa pues aunque pronuncie o escriba, cambie, cambio, cambia, el mensaje que yo entiendo es el, todo es uno, es esa frase tan bella de “ver el universo en un grano de arena” y si le damos la vuelta a la tortilla tenemos;
AUNQUE NADA CAMBIA
SI YO NO CAMBIO
TODO CAMBIA.
aunque nada cambie; la evolución en todos los sentidos es natural, el anfibio no paso a ser ave, ¡menudo enfado para el reptil!; si yo no cambio; tal vez fuimos neardentales, homosapiens, pero eso a evolucionado al homoexterminius y como eso no lo hemos “cambiado” y partiendo del pensar en un fin de ciclo como en la era glaciar los dinosaurios, estamos aquí como especie para cargárnoslo todo ¡ y por cien mil buddas! Que buenos somos en la tarea encomendada por ¡DIOS!; todo combia; todo evoluciona y nosotros somos parte del todo. ¡Asumamos eso, dejemos de trabajar, y celebremos el día de la suma estupidez…! Tal vez en la resaca nos demos cuenta de algo, tal vez, que somos un asustado, un adolescente rebelde, una especie que se ha mirado en el espejo equivocado.
Otras razones de que no pienso en el cambio climático sino en evolución climática –y no olvidemos otra de las comunes estupideces que decimos cuando en un día de Enero, soleado y calentito, le llamamos buen día, + bien el buen día seria unos 8º, lluvia y algo de nieve- es que todos nos viene, o mucho, de la creencia, sí, la creencia, esa señora que monta guerras, brutales aquí y allá, la que inventa religiones, pues estas ya hablaban hace siglos de;
(Haced que la tierra os obedezca,
creced y multiplicaros, habitad la tierra
y dominadla, gobernad sobre todos
los animales) Génesis
Si a una persona se le ha dado un reconocimiento por sus pensamientos u obras y es considerada tal vez como inteligente, nos ilumina con frases como;
“Experimenta sin límites y dispón de los recursos naturales a tu antojo”
Se me ocurre que muchos siglos hemos estado pensando y actuando acorde a nuestra hipotética superioridad, sobre la naturaleza, pero muy pocos han visto más alla para proclamar el Todo, la comunión, el somos naturaleza, olvidar esto probablemente sea uno de los síntomas del actual estado del planeta. Solo los fundadores de las grandes religiones que han perdurado hasta hoy, fueron visionarios que buscaron lo sagrado en la naturaleza. Moisés en el monte Sinaí, Jesús en el desierto, Mahoma en el monte Hira. Pero como su mensaje fue distorsionado, bien por intereses, bien por el simple proceso humano de olvidar detalles con el paso del tiempo, ahora tenemos, fanatismo, guerras, sectas, y una evolución climática de análisis. No olvidemos que la máxima regla del catolicismo durante mucho tiempo fue “opus contra naturam” trabajo contra naturaleza. Así que podemos también pensar que todo es un problema de Fe. Trabajamos incansablemente, queremos muchas cosas, tenemos creencias milenarias, desconfiamos de aquel que no piensa como nosotros, creamos muros entre nosotros, todo esto lo hacemos porque es lo que nos han enseñado, educado, manipulado para ello, para seguir modas para no dudar, es la fe la que destruye el planeta por lo cual podríamos decir que bajo la creencia cristiana, DIOS, es el demonio, al poner al hombre en la tierra.
En el “MIDRAS RABBÀ” (texto sagrado judío) Dios dijo;
“Mirad que bella y perfecta es mí creación para vosotros, sed conscientes y no la destruíais, si lo hacéis, nadie os seguirá para repararla.
No hay cambio climático, la evolución es evolución y ésta dista mucho de haber comenzado con la era industrial, el llamado cambio climático comenzó en las mentes del homoexterminius, en creerse superior, en empeñarse en verse como algo ajeno a su entorno, en su condición biológica-social, en su falta de autoconocimiento, en sus miedos, es su mayor epidemia el SIF; síndrome de inteligencia fugaz. El llamado cambio climático, comenzó hace muchos siglos, somos el último acto en la obra de DIOS… Todo es un proceso natural.
“PIENSO, LUEGO EXISTO.
EXISTO, LUEGO DESTRUYO”
El estado del planeta este bien o mal, es el resultado, el reflejo de nuestra mente, de nuestra observación como individuos y bajo esta perspectiva es fácil decir que no nos amamos, pues el planeta somos nosotros. Una de las cosas más maravillosas observadas en el entorno es observar una hoja de un árbol y ver en ella mi mano, observar mi mano y ver en la hoja de un árbol. Picavo"
Este podría ser el inicio de un capítulo de un libro al que podriamos titular por ejemplo… ILUSIONES, o PRISIONES… o MODAS.
La estupidez del “Homo exterminius” es tan ilimitada como el universo. Veamos, ya lo decía Thoreau, “Un mono en Paris se pone una gorra, y todos los monos de América hacen lo mismo”, refiriéndose a las modas. Las modas parecen crecer a proporción de nuestra estupidez y una bien gorda es la del llamado cambio climático. Bien bajo mi punto de vista no existe cambio climático, esta curiosísima expresión, dada supongo desde muchos ángulos, entiendase ángulos como sectores, política, ciencia, economía, ecología, etc., cobra extrañes viniendo de un científico, pues la acepto si se define como algo aislado, pero no la acepto de un modo… bueno como un todo, por la razón de que tales expresiones parecen venir de una cultura que pone días, años, horas, Km., minutos y sobretodo gran énfasis el la enorme diferencia entre el último minuto de “su” año, y el primero del siguiente. Que le pregunten al perro si nota la diferencia… Al anunciar cambio climático anulamos corriente, tránsito, evolución… el mundo está como tiene que estar valiéndonos como aparato de medida, nuestra presencia en él, nuestra autoproclamada inteligencia (proclamo a los cuatro vientos –aunque el viento es viento- que deberían ser seres extraterrestres quienes juzgaran tal ¡fanfarronada! Y aun así, habría que dudar de sus intenciones, claro está) nuestra posible realidad, según mi teoría, como homo exterminius.
El mono en si, según Darwin, no fue hombre al minuto siguiente, hubo evolución, transformación, mutación, supervivencia si se quiere, pero no cambio… hemos sembrado y ahora recogemos, pienso en la importancia de no aplicar el término cambio, como en la dualidad errónea de una típica frase como el hombre y la naturaleza… y también pienso que tanto énfasis en llamarle “cambio”, nos sorprenderá más adelante cuando veamos el “negociete” derivado de tales especulaciones.
AUNQUE NADA CAMBIE
SI YO CAMBIO
TODO CAMBIA
(Manuel Proust)
Me ha gustado esta frase leída en una reviste, pues es apropiada para lo que escribo y en verdad que esta carta esta inspirada en ella. Es deliciosa pues aunque pronuncie o escriba, cambie, cambio, cambia, el mensaje que yo entiendo es el, todo es uno, es esa frase tan bella de “ver el universo en un grano de arena” y si le damos la vuelta a la tortilla tenemos;
AUNQUE NADA CAMBIA
SI YO NO CAMBIO
TODO CAMBIA.
aunque nada cambie; la evolución en todos los sentidos es natural, el anfibio no paso a ser ave, ¡menudo enfado para el reptil!; si yo no cambio; tal vez fuimos neardentales, homosapiens, pero eso a evolucionado al homoexterminius y como eso no lo hemos “cambiado” y partiendo del pensar en un fin de ciclo como en la era glaciar los dinosaurios, estamos aquí como especie para cargárnoslo todo ¡ y por cien mil buddas! Que buenos somos en la tarea encomendada por ¡DIOS!; todo combia; todo evoluciona y nosotros somos parte del todo. ¡Asumamos eso, dejemos de trabajar, y celebremos el día de la suma estupidez…! Tal vez en la resaca nos demos cuenta de algo, tal vez, que somos un asustado, un adolescente rebelde, una especie que se ha mirado en el espejo equivocado.
Otras razones de que no pienso en el cambio climático sino en evolución climática –y no olvidemos otra de las comunes estupideces que decimos cuando en un día de Enero, soleado y calentito, le llamamos buen día, + bien el buen día seria unos 8º, lluvia y algo de nieve- es que todos nos viene, o mucho, de la creencia, sí, la creencia, esa señora que monta guerras, brutales aquí y allá, la que inventa religiones, pues estas ya hablaban hace siglos de;
(Haced que la tierra os obedezca,
creced y multiplicaros, habitad la tierra
y dominadla, gobernad sobre todos
los animales) Génesis
Si a una persona se le ha dado un reconocimiento por sus pensamientos u obras y es considerada tal vez como inteligente, nos ilumina con frases como;
“Experimenta sin límites y dispón de los recursos naturales a tu antojo”
Se me ocurre que muchos siglos hemos estado pensando y actuando acorde a nuestra hipotética superioridad, sobre la naturaleza, pero muy pocos han visto más alla para proclamar el Todo, la comunión, el somos naturaleza, olvidar esto probablemente sea uno de los síntomas del actual estado del planeta. Solo los fundadores de las grandes religiones que han perdurado hasta hoy, fueron visionarios que buscaron lo sagrado en la naturaleza. Moisés en el monte Sinaí, Jesús en el desierto, Mahoma en el monte Hira. Pero como su mensaje fue distorsionado, bien por intereses, bien por el simple proceso humano de olvidar detalles con el paso del tiempo, ahora tenemos, fanatismo, guerras, sectas, y una evolución climática de análisis. No olvidemos que la máxima regla del catolicismo durante mucho tiempo fue “opus contra naturam” trabajo contra naturaleza. Así que podemos también pensar que todo es un problema de Fe. Trabajamos incansablemente, queremos muchas cosas, tenemos creencias milenarias, desconfiamos de aquel que no piensa como nosotros, creamos muros entre nosotros, todo esto lo hacemos porque es lo que nos han enseñado, educado, manipulado para ello, para seguir modas para no dudar, es la fe la que destruye el planeta por lo cual podríamos decir que bajo la creencia cristiana, DIOS, es el demonio, al poner al hombre en la tierra.
En el “MIDRAS RABBÀ” (texto sagrado judío) Dios dijo;
“Mirad que bella y perfecta es mí creación para vosotros, sed conscientes y no la destruíais, si lo hacéis, nadie os seguirá para repararla.
No hay cambio climático, la evolución es evolución y ésta dista mucho de haber comenzado con la era industrial, el llamado cambio climático comenzó en las mentes del homoexterminius, en creerse superior, en empeñarse en verse como algo ajeno a su entorno, en su condición biológica-social, en su falta de autoconocimiento, en sus miedos, es su mayor epidemia el SIF; síndrome de inteligencia fugaz. El llamado cambio climático, comenzó hace muchos siglos, somos el último acto en la obra de DIOS… Todo es un proceso natural.
“PIENSO, LUEGO EXISTO.
EXISTO, LUEGO DESTRUYO”
El estado del planeta este bien o mal, es el resultado, el reflejo de nuestra mente, de nuestra observación como individuos y bajo esta perspectiva es fácil decir que no nos amamos, pues el planeta somos nosotros. Una de las cosas más maravillosas observadas en el entorno es observar una hoja de un árbol y ver en ella mi mano, observar mi mano y ver en la hoja de un árbol. Picavo"